El conflicto entre Israel y Palestina es uno de los más duraderos y sangrientos de Medio Oriente, con raíces que se remontan al siglo XX. En este artículo, exploraremos la historia de este conflicto, desde la Declaración de Balfour en 1917 y los intentos de negociar una solución de estos dos Estados. Abordaremos los momentos clave en la evolución del conflicto, como la partición de Palestina por parte de las Naciones Unidas en 1947, la ocupación Israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza en 1967, y los intentos de negociación de paz en la década de 1990. También examinaremos la situación actual del conflicto, con la expansión de los asentamientos israelíes y la fragmentación de la tierra palestina. A lo largo del artículo, destacaremos la importancia de comprender las raíces históricas y las complejidades de este conflicto para buscar una solución justa y duradera.
La historia del conflicto
El conflicto entre Israel y Palestina se remonta a principios del siglo XX, cuando el gobierno británico expresó su apoyo al establecimiento de un estado judío permanente en Palestina con la Declaración de Balfour en 1917. Esta declaración fue refrendada posteriormente por la Sociedad de Naciones (la predecesora de lo que hoy conocemos como la ONU). Las semillas de la conciencia nacional palestina brotaron en respuesta a la presencia colonial británica y a la creciente población judía.
Para 1939 (y hasta 1945) ocurrió la tragedia: se libró la Segunda Guerra Mundial en Europa y el Pacífico y en ese contexto más de seis millones de judíos murieron en el Holocausto. En noviembre de 1947, las Naciones Unidas votaron a favor de la partición de Palestina en un Estado Árabe y otro Judío, un momento decisivo para los palestinos que rechazaban la división de la disputada Tierra Santa. La creación del Estado de Israel tras la guerra, en 1948, fue un momento histórico para los judíos, pero para los palestinos significó la Nakba, la llamada “destrucción” o “catástrofe”: el inicio de la tragedia nacional donde más de 750.000 palestinos huyeron a países vecinos o fueron expulsados por tropas judías.
El conflicto entre Israel y Palestina ha evolucionado a lo largo del tiempo, marcado por una serie de eventos y enfrentamientos que han influido en la situación actual. A lo largo de los años, ha habido muchos intentos de negociar una solución de dos Estados, pero el conflicto sigue sin resolverse y continúa generando violencia y tensiones en la región. La evolución del conflicto ha llevado a cambios significativos en el territorio palestino, con la expansión de los asentamientos israelíes y la fragmentación de la tierra palestina.
A continuación, te presento algunos de los momentos clave en la evolución del conflicto:
– 1917: El fin del Imperio Otomano y la Declaración Balfour marcan el comienzo del conflicto, con el movimiento sionista buscando establecer un estado judío en Palestina.
– 1947-1949: La partición de Palestina por parte de las Naciones Unidas y la guerra árabe-israelí resultan en la creación del Estado de Israel y el éxodo de cientos de miles de palestinos.
– 1956: La Guerra del Sinaí, en la que Israel invade la península del Sinaí, aumenta las tensiones en la región.
– 1967: La Guerra de los Seis Días resulta en la ocupación israelí de Cisjordania, la Franja de Gaza, Jerusalén Este y los Altos del Golán.
– 1987-1993: La primera intifada, un levantamiento palestino contra la ocupación israelí, y los Acuerdos de Oslo marcan un intento de resolver el conflicto a través de la negociación.
– 2000-2005: El fracaso de las negociaciones de paz y el estallido de la segunda intifada, un período de violencia intensa, llevan a un aumento de la construcción de asentamientos israelíes en los territorios ocupados.
– 2005: Israel se retira unilateralmente de la Franja de Gaza, pero mantiene un control efectivo sobre el territorio a través del bloqueo y las incursiones militares ocasionales.
– 2014: El conflicto entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza resulta en la muerte de más de 2,000 palestinos y más de 70 israelíes.
– 2021: Los enfrentamientos entre Israel y Hamas en Jerusalén y la Franja de Gaza resultan en una guerra de 11 días en la que mueren más de dos centenares de palestinos e israelíes.
La situación actual del conflicto
La situación actual del conflicto entre Israel y Palestina es tensa y alarmante. El último recrudecimiento de la violencia entre Israel y Hamás comenzó este 7 de octubre donde la cifra de muertos palestinos se incrementa y ya ha superado los 9.700, entre los cuales hay más de 4.000 niños y menores de edad. Además, la situación humanitaria en Gaza es especialmente preocupante. Esta población ha sufrido durante años el bloqueo israelí, que ha limitado el acceso a alimentos y medicinas, trayendo consigo un deterioro de la infraestructura por los enfrentamientos entre Israel y Hamás, lo que ha dejado a la población sin acceso a servicios básicos como agua potable y electricidad. La situación es especialmente grave para los niños y los jóvenes, que representan una gran proporción de la población de Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó un alto el fuego temporal hasta que Hamás liberara a los rehenes israelíes. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha denunciado la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza debido al bloqueo y los bombardeos de Israel. La comunidad internacional ha instado a un alto el fuego y a la entrada de ayuda humanitaria en la región. El papa Francisco ha hecho un llamamiento a un alto el fuego y a la liberación de todos los rehenes. Desde el 31 de octubre, cuando comenzó la operación terrestre, hasta el 3 de noviembre, 24 soldados israelíes han muerto en Gaza. El paso de Rafah, que une Gaza con Egipto, ha reabierto para la evacuación de extranjeros y palestinos heridos en la Franja. Hasta el 3 de noviembre, unas 700 personas han abandonado el enclave.
A pesar de la gravedad de la situación, hay esperanza de que se pueda encontrar una solución pacífica al conflicto. La comunidad internacional ha estado trabajando durante años para resolver el conflicto, y ha habido algunos avances significativos en el pasado. Por ejemplo, los Acuerdos de Oslo de 1993 establecieron un marco para la negociación de una solución de dos Estados, aunque no se logró un acuerdo final. Además, la retirada unilateral de Israel de la Franja de Gaza en 2005 fue un paso importante hacia la resolución del conflicto. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. La comunidad internacional debe seguir trabajando para encontrar una solución pacífica al conflicto, y debe presionar a ambas partes para que se comprometan con el proceso de paz.
Créditos: Emilia Khon
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