“Sabores de Cuba: El Clásico Plato de Arroz con Frijoles”

En un contexto de dificultades económicas donde el valor del dólar estadounidense se eleva a cifras astronómicas frente al peso cubano, el tradicional arroz con frijoles se ha transformado de un plato cotidiano a un lujo inesperado. Este plato, arraigado en el corazón de la cultura cubana, se enfrenta ahora al desafío de permanecer accesible para el cubano de a pie.

“El arroz con frijoles”, un plato que alguna vez fue el estandarte de la cocina casera cubana, se encuentra en un punto de inflexión. Con el peso cubano (CUP) fluctuando alrededor de los 250 por cada dólar estadounidense (USD), los ingredientes básicos que componen este plato, tales como el arroz, los frijoles y las especias, se han convertido en artículos de lujo para muchos.

Los frijoles, una vez abundantes y baratos, ahora son un reflejo de la inflación y la escasez que aflige a la isla. El arroz, que debería ser un alimento básico accesible, se ha convertido en un indicador de la desigualdad económica, ya que las familias luchan por mantener esta comida esencial en sus mesas diarias.

La carne, que completa este plato, ha llegado a ser casi una rareza en el plato del cubano promedio, con su precio subiendo exponencialmente, relegándola a un lujo para ocasiones especiales. En este entorno, la creatividad en la cocina se vuelve esencial, con los cocineros caseros buscando alternativas para replicar los sabores ricos y reconfortantes de este plato sin incurrir en gastos exorbitantes.

El arroz con frijoles ha sido, por mucho tiempo, un testimonio de la resiliencia y la riqueza cultural de Cuba. Sin embargo, en estos tiempos de crisis económica, se ha convertido en un símbolo de los desafíos que enfrentan los cubanos. A pesar de las adversidades, el espíritu de la cocina cubana persiste, con cada plato servido siendo un acto de resistencia y esperanza. Mientras que los precios pueden subir y los ingredientes pueden escasear, la tradición de este plato y lo que representa para la identidad cubana nunca se devalúa. En cada grano de arroz y en cada frijol hay una historia de fortaleza y determinación, alimentando no solo a los cuerpos sino también a las almas de la gente de Cuba.
✍️Miguel Soria Martínez